sábado, 28 de septiembre de 2013

¿A dónde van las miradas cuando se pierden?

Hay que estar juntos. ¿A dónde se van las miradas cuando se pierden? Al páramo de tu rostro. Hay que estar juntos, para mirarnos en el espejo del baño ya muy viejos y poder sonreír entre arrugas. Para que las noches ya no sean tan frías, para que el café no sea tan dulce, para que el sol no queme tanto. Vamos a estar juntos. Aunque haya perdido muchas miradas en otros cuerpos frescos e insólitos aún tengo miradas para ti, para perderlas entre los tirantes de tu blusa, entre el horizonte que dibuja el borde de tu pantalón, entre el sol de tu abdomen. Aun tengo unas cuantas miradas que guarde en caso de emergencias. Hay que estar juntos siempre y nunca, para que podamos decirnos te amo, y si llega el momento odiarnos sin más remedio que la resignación. Hay que estar juntos durante un suspiro, hay que separarnos durante un suicidio, o dos, o tres. ¿A donde van las miradas cuando se pierden? Debe ser lindo ese lugar en el que las miradas perdidas se encuentran. Así nace el amor, cuando uno anda perdido: encuentra. Así nacimos nosotros; de dos miradas perdidas...

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