I
Recuerdo la película de Albert Hitchcok que miramos
en la sala de tu apartamento. Los pájaros eran como recuerdos asesinos que caían
del cielo. Recuerdo el horror, la mala calidad, el olor a mantequilla del maíz,
la chimenea encendida, tu mano sobre mi mano, tus ojos sobre mi mano, mis ojos
sobre tu mano. Estábamos amarrados el uno con el otro. Y mientras en la película
todos se morían, todos gritaban. Y nosotros ahí, mirando a los pájaros que eran
como recuerdos asesinos que caían del cielo.
II
Otro día no me acorde, pero trate de encontrar algo
que ver en el cinema. Una mujer se sentó a un lado mío en la función de las
trece. No dejaba de mover las manos, seguramente le daba miedo la cara del
hombre de enfrente. Les digo; ese hombre si parecía un asesino. Y no dejaba de
mover la cabeza. Entre tantos movimientos perdí la concentración y comencé a
pensar sobre la oscilación del péndulo de Focault. Pensaba en como la tierra se
mueve y nos mueve junto con ella, pero será que nosotros tal vez movemos a la
tierra. Y este mundo mueve al sistema solar y así en consecuencia la rotación del
cosmos sería un sistema en reversa.
III
Si de la
noche a la mañana todo se invirtiera y empezáramos a ser más jóvenes cada día,
y si sale la noche por el alba y el día llega al morir la tarde. Y si de pronto
los hombres de la tierra comienzan a caminar en reversa, y los días del
calendario se fueran reinventado. Llegaría un punto en el que ya habremos dado
la vuelta al mundo en tal vez ochenta noches porque el día sería inservible. Llegaría
un momento en el que el tiempo se acabe y empiece un nuevo calendario con números
negativos. Digamos que después del Antes de Cristo viene el menos uno, el menos
dos, el menos tres y así sucesivamente. Entonces se crearían una especie de anti
meses, anti años, anti días, anti hombres, debería existir un anti Dios. Una anti
historia del hombre y por lo tanto se crearía un anti hombre. Y supongo
viene un anti Bing Bang en el que no se destruye sino se construye. Y entonces empezaría
una involución al sentido contrario de las agujas del reloj. Pero como todo
sigue hacia atrás el mundo comenzaría a contraerse hasta volverse una especie
de infinito negativo.
IV
Me imagino al anti hombre como un tipo de súper
hombre. Capaz de remendar catástrofes inmensurables. Y no hay holocausto, hay
un tipo de reunión; grandísima, donde judíos y nazis bailarían con júbilo. Y
tal vez no queman libros, queman armas y tal vez no es fascismo es alegría. Y tal
vez es anti poesía y anti metafísica. La
bomba nuclear que será elaborada con una especie de anti uranio-235, siendo
este no radioactivo. Entonces la bomba caerá en un poblado y una luz iluminara todo
el firmamento. Imagino que el anti uranio-235 al contrario del uranio común y corriente no
empezaría a desaparecer vida, sino ha aparecer. Y por obra del anti espíritu
y la anti ciencia todos los desparecidos de la historia comienzan a aparecer por
todos lados. La película acaba y yo sigo mirando el vacío, hipnotizado por los
movimientos que dejaron de existir hace unos diez minutos.
V
Hace tiempo, tanto tiempo que ya no me acuerdo. Y me
queda la mitad de un boleto, algunos recuerdos, algunos cigarrillos. El
recuerdo que más cuido es aquel de la película de Hitchcock, será porque todo
ocurre de un modo muy extraño, y será también porque estábamos atados y será también
porque los recuerdos son como pájaros asesinos que caen del cielo. Y será porque
quiero que todo retroceda, y será porque querré detenerme en ese momento
exacto, en donde iniciaste la película y te sentaste a un lado mío. Pero hace
tiempo y frío; y vida. Y muerte, hace tanto…y las cenizas vuelan.
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