Es tan linda la postal que me has mandado. Te echo
de menos, tan solo un poco; no te creas tan indispensable. Aunque así sea. Como
pasa el tiempo, aún recuerdo que hace un año estabas dibujando unas lindas
casitas en un papel a un lado mío. Aún recuerdo… recuerdo un poco solamente.
Que linda es París a un lado tuyo, que linda Roma,
que linda Europa. Qué lindo el Mundo. Que linda postal me has enviado, la recibí
por la mañana. Junto con el diario: Masacre
en Gaza, Israel viola el tratado internacional. Pero yo solo pensaba en
vos. Que lindas las flores, que linda que te ves allá por donde estas; lejos. ¿Cuantos
años cumplirás en dos meses?, ¿cuantas velitas soplaras?, que el viento no se
lleve tus años, que las velas no se apaguen, que vos regreses. Qué lindo, que
lindo…el océano purpura tras tu cabeza.
Como pasa el tiempo, los minutos que se hacen historias. Los días que se hacen fotos, los años que se hacen nostalgias. Fue por la mañana, a eso de las siete; llegó Julián, el cartero. Con la postal y dos cartas del banco. Y el diario: Masacre en Gaza…masacre en Gaza…niños y mujeres… Israel viola el tratado Internacional. Pero vos, la postal. Que linda, París y la fotografía y vos.
Como pasa el tiempo, los minutos que se hacen historias. Los días que se hacen fotos, los años que se hacen nostalgias. Fue por la mañana, a eso de las siete; llegó Julián, el cartero. Con la postal y dos cartas del banco. Y el diario: Masacre en Gaza…masacre en Gaza…niños y mujeres… Israel viola el tratado Internacional. Pero vos, la postal. Que linda, París y la fotografía y vos.
Me senté a la mesa, como pasa el tiempo. Una taza de
café, dos por si acaso. Uno nunca sabe. Abrí el sobre, ahí estabas. Cerré los
ojos un instante, uno nunca sabe. Como pasa el tiempo, que triste es pensar que
hace un año vos me abrazabas tan fuerte, tan lindo, tan “me rompes los huesos”.
Recuerdas como nos conocimos, un té chai; sí, eso te gustaba a ti. Me mandaste unas pequeñas letras en una hoja,
aparte de la postal. ¿Qué decían? : Las
palabras/no hacen el amor/ hacen la ausencia/ si digo agua ¿beberé?/ si digo
pan ¿comeré? Qué triste. Ausencia, hay que mirar al cielo, abrir la
ventana, ver si vos vienes por ahí, bajando la calle. Uno nunca sabe.
Que vacío, tremendo, oscuro, ausencia. Y si las
palabras no hacen el amor y hacen la ausencia. Si digo tu nombre ¿es acaso que
moriré?, mejor no; me callo. Como pasa el tiempo. Le di un trago al café, pero
que amargo. Tras la carta había una foto, la postal. Que linda fotografía. Que
linda que sos vos. Como pasa el tiempo… Recuerdas, sí recuerdas, estoy seguro.
Que vos leías mis poemas y yo me hacia el tonto, el que no escuchaba. Recuerdas
como tomabas el té chai. Sí, la manera, parecía que te bebías el universo a
sorbos, de poquito a poquito. Estaba hirviendo, sí el Universo, que tontería.
Puras palabrerías, pero hay que acordarse, de vez en cuando. Uno nunca sabe...
uno nunca sabe.
Me quede quieto durante unos segundos. Historias. Te
miraba el cabello, las piernas, las manos. El cielo purpura. Qué lindo es saber
de ti, de Europa, de París, de Roma. Que estés bien, no estés triste. Es
maravilloso saber de ti, el verano pronto acabará, supongo que regresarás,
aunque digas que no, aunque no quieras. Uno nunca sabe. Pero qué lindo es saber
de ti, que existes; que no estoy loco, que vos… un poco tal vez. Loquísima. Ya
se me acabo el café. Tu postal la puse sobre la mesa. Ahora el diario: Masacre en Gaza, Israel viola el tratado internacional.
Que desgracia. Pero vos… no aparto la vista, no puedo. Sí la postal se va, se
escapa a quien sabe dónde. Tal vez París, tal vez Europa, Tal vez Roma. Uno
nunca sabe.
Como pasa el tiempo, y nos deja sus huellas: una postal, bombas,
tanques, niños y mujeres, El Tratado Internacional, flores. Uno nunca sabe si
mirar al cielo, si mirar el suelo. Como
pasa el tiempo, y sus huellas. Te extraño, te suspiro, té chai. Qué lindo es
saber de vos, que existes.
Una vez dijiste; “para guardar algo en tu memoria
tan solo hay que escribirlo en una hoja de papel y esconderla”. Entonces
escribí: tiempo, hay que guardarse un poco, uno nunca sabe. Qué lindo saber de
vos. Las huellas del tiempo: un dibujo, un librito con muchas hojas, con mucho
tiempo. Tu postal. Qué la pases bien. Ahora el diario.
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